
OTOÑO E INVIERNO EN ESCALANTE. — Crítica en Redescenica
Otoño e invierno en Escalante.
Es una bella historia, llena de valores y un canto a la naturaleza, con la idea de que el ser humano está a su servicio por ser parte de ella.
No sorprende que Gorakada obtuviese el premio FETEN de Gijón este año con El hombre que plantaba árboles. Es una bella historia, llena de valores y un canto a la naturaleza, con la idea de que el ser humano está a su servicio por ser parte de ella.
La dramaturgia de Jose C. Garcia y Kike Diaz de Rada es una adaptación de un cuento de Jean Giono, publicado en 1953. Cuenta la historia de los esfuerzos de un pastor para convertir un desolado valle en las estribaciones de los Alpes, cerca de la Provenza, en un bosque a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Elzeard Bouffier, personaje de ficción que los lectores creyeron real, es un pastor imaginario que transforma en bosque una zona que era casi un desierto. Un joven a la búsqueda de sí mismo se encuentra con él y descubre que la generosidad es un valor vital. La amistad y la ayuda son necesarias. El argumento transcurre desde que Bouffier planta sus primeros árboles en 1910, pasando por la Primera Guerra Mundial, hasta llegar a la Segunda, donde la necesidad de madera provoca la tala de algunos árboles.
Impresiona el juego de sombras de la iluminación de Ion Chávez sobre el tapiz posterior. Es tan bello que acaba envolviendo al espectador. El comienzo con los dos fabulosos actores, Sandra Fernández Aguirre y Fran Lasuen, interpretando con el violonchelo y el violín melodías de este último, anuncia que vamos a contemplar un montaje sensible y con una estética atractiva por la fusión de elementos artísticos. Hay momentos para levantarse del asiento, como en la combinación con las imágenes llenas de gotas de sangre de la Primera Guerra Mundial, y divertidos como la presencia del guardia forestal. No hay que olvidar el apoyo de Maialen Magunagoitia en el lateral del escenario, por su aportación de los efectos sonoros, con un trabajo completo y complejo sin el cual no habría conseguido su brillantez.
Muy buen teatro, excelente para la infancia por su valor educador y pedagógico.